Daniel y Diego no imaginaban que una conversación improvisada durante la pandemia los llevaría a crear un proyecto que conectaría con miles de personas. “El podcast nació porque la comunidad lo pidió, nos decían que nuestras conversaciones eran valiosas”, recuerda Daniel. El nombre Emprendebroders surgió de las sugerencias de su audiencia y, desde entonces, la clave ha sido mantenerlo fresco, sin guiones ni pretensiones.
El podcast es mucho más que un espacio de negocios. “Nos reunimos como amigos, hablamos de lo que aprendemos cada semana y lo compartimos sin filtros”, comenta Diego, quien aporta su enfoque pragmático al proyecto. Daniel, más arriesgado, ve en este espacio un altavoz para inspirar a otros. “Queremos demostrar que no necesitas ser un experto para compartir lo que sabes. Nuestra frase es: ‘Nadie sabe nada’, y la gente se identifica con eso”.
Además de hablar de emprendimientos y fracasos, han llevado el formato más allá de las plataformas digitales con eventos en vivo, en los que sorprenden con la participación de una audiencia variada. “Lo más emocionante es ver a jóvenes que pagan sus entradas o viajan desde provincias para escucharnos. Eso demuestra que el contenido realmente conecta”, destaca Daniel.
"QUEREMOS DEMOSTRAR QUE NO NECESITAS SER UN EXPERTO PARA COMPARTIR LO QUE SABES. NUESTRA FRASE ES: ‘NADIE SABE NADA’, Y LA GENTE SE IDENTIFICA CON ESO".
Detrás de las grabaciones hay una sinergia única entre los anfitriones, quienes se complementan con estilos muy distintos. “Yo soy más relajado y pragmático, mientras que Daniel es el que sueña en grande y busca oportunidades”, explica Diego. Esa dinámica también se refleja en la producción del podcast, que comenzó con recursos mínimos y se construyó de forma orgánica gracias a su capacidad para monetizar desde el primer día. “No invertimos un sol hasta que las marcas nos apoyaron. Fue una apuesta segura”, añade.
Hoy, Emprendebroders no solo inspira a emprendedores, sino que también ha sido un trampolín para otros proyectos de ambos, desde negocios personales hasta nuevas colaboraciones con empresas que comparten sus valores. “El podcast es un altavoz para nuestras propias ideas, pero también una forma de aprender en comunidad”, dice Daniel.
De cara al futuro, sueñan con llevar Emprendebroders a toda Latinoamérica, entrevistando a referentes inspiradores y mostrando historias únicas. “El día que esto deje de divertirnos, lo dejaremos”, dice Diego con firmeza. Pero, mientras el entusiasmo y la autenticidad sigan siendo el motor del proyecto, este podcast continuará siendo un espacio que mezcla aprendizaje, entretenimiento y una buena dosis de humanidad.
