En un mundo donde la moda muchas veces corre detrás de lo efímero, Gabuteau se planta con una propuesta clara, elegante y profundamente conectada con sus raíces: bolsos y accesorios hechos a mano que celebran el saber artesanal peruano, el diseño atemporal y el lujo silencioso.
Nacida en octubre de 2021, en pleno periodo de adaptación tras la pandemia, Gabuteau no solo fue una respuesta creativa a los nuevos tiempos, sino también una apuesta valiente por mostrar que en el Perú se puede hacer marroquinería de altísima calidad, con una propuesta estética alineada a estándares globales. Desde entonces, el crecimiento de la marca ha sido tan orgánico como sólido. Su flagship store en la calle Conquistadores, en San Isidro, fue el primer paso para validar su visión. Hoy, con cuatro locales más en Lima, Gabuteau ha logrado construir una comunidad que aprecia el detalle, la historia y el propósito detrás de cada pieza.
Pero la historia no termina allí. En 2023, la marca cruzó sus propios límites. Trujillo, ciudad natal de sus fundadores, fue la primera parada fuera de Lima con un córner en el Hotel Hilton. Y poco después, Gabuteau llevó su propuesta al exterior, participando en ferias como LAFS Miami y Coterie en Nueva York. “Sabíamos que había un público internacional en búsqueda de autenticidad, y nos sentimos listos para mostrar lo que hacemos”, comparten desde la marca. Y lo hicieron con éxito: curiosidad, admiración y nuevas alianzas han sido el resultado de presentarse en esos escenarios globales.

Puesta en valor de la artesanía peruana
La clave de este posicionamiento está en la coherencia. Gabuteau no improvisa. Cada bolso, cada pieza, sigue un mismo hilo conductor: diseño minimalista, elegancia contenida, materiales nobles y un profundo respeto por lo hecho a mano. Si bien el proceso incluye máquinas, el alma de cada pieza está en el trabajo manual, en los acabados únicos que solo pueden lograrse con la intervención de un maestro artesano. Y ese maestro tiene nombre, literalmente. Cada producto lleva consigo una tarjeta con el nombre de quien lo hizo, una iniciativa que no solo da rostro a la artesanía, sino que también estrecha el vínculo entre cliente y creador.
Este reconocimiento no es un gesto simbólico, sino uno de los pilares de la marca. Para los artesanos, es una forma de dignificar su oficio. Para los clientes, es una invitación a mirar más allá del objeto, a conectar con su historia. “Creemos en el trabajo hecho con alma, en la cultura como motor de diseño. No seguimos tendencias ni calendarios. Creamos piezas atemporales que hablen de identidad”, afirman.

En esa línea, Gabuteau ha cultivado alianzas significativas que refuerzan su visión. Una de las más destacadas fue con Kuna, donde cuero y alpaca se unieron en una colaboración que puso en valor la materia prima y la inspiración natural del Perú. Otra fue con Noe Bernacelli, diseñador con quien comparten no solo raíces trujillanas, sino también una sensibilidad estética que se tradujo en una colaboración precisa, elegante y muy coherente.
A medida que la marca avanza hacia su madurez, sus objetivos son ambiciosos pero fieles a su esencia: crecer internacionalmente, abrir nuevos puntos de venta estratégicos, seguir colaborando con artistas y marcas afines, y continuar elevando el estándar de la marroquinería peruana. ¿Nuevas categorías? Es posible. Gabuteau ya tiene en mente explorar colaboraciones que vayan más allá de los accesorios, manteniéndose siempre dentro del universo del lujo consciente.
Porque Gabuteau es más que una marca. Es un manifiesto. Un recordatorio de que el lujo no tiene por qué ser ostentoso, que la elegancia puede ser silenciosa y que lo auténtico no pasa de moda. Es una declaración de respeto por los procesos, por el oficio y por la identidad. Un puente entre lo ancestral y lo contemporáneo, entre lo local y lo global.

“Para quienes nos han acompañado desde el inicio, gracias por creer cuando apenas éramos una idea. Y para quienes recién nos descubren: bienvenidos. Esto es más que un bolso, es una forma de ver el mundo”, afirman sus fundadores.
En un escenario dominado por la velocidad, Gabuteau apuesta por la permanencia. En un mercado saturado de objetos, ofrece piezas con alma. En una industria global, se planta como un emblema de lo bien hecho en el Perú. Y eso, sin duda, es solo el comienzo.