Ella nos cuenta sus inicios y esfuerzos para lograr que cada ceremonia, fiesta o reunión salga de lo convencional y se convierta en un recuerdo irrepetible.
Gabriela es una experience designer, pero, en español y en poético, su oficio se definiría como arquitecta de sueños. El año pasado no se detuvo en su feliz misión pese a haber estado embarazada de su tercer hijo. Y claro, cómo no consentirse ella misma, pues en octubre diseñó su propio baby shower con temática de abejas. «Fue increíble. Cuando se publicaron las fotos de ese día recibí buenos comentarios, incluso de productores que admiro», comenta. En efecto, uno de esos saludos llegó de la cuenta de los organizadores de eventos de lujo Revelry Event Designers, quienes hace poco planificaron el sexto cumpleaños de Chicago West, una de las hijas de Kim Kardashian. «Estar en los ojos de productores que me inspiran me parece súper», añade.
Seis años atrás, en octubre de 2017, constituyó la empresa creadora de experiencias que lleva su nombre: Gabriela Ibárcena. Eventos corporativos, matrimonios, cumpleaños; ella acepta el encargo y convierte ese momento especial en un homenaje a la perfección y el buen gusto. Su agenda está llena y se cumple a cabalidad. Dio a luz a su hijo el 3 de noviembre de 2023. «Tómatelo con calma», le sugirió el médico, pero Gabriela ya ultimaba detalles a través de WhatsApp con ocho novias y llevó a cabo esos ocho matrimonios para cerrar el año.
Hay influencers que quieren trabajar conmigo gratis, pero les digo que no trabajo con canje.
Es febrero y veranea. Se ha tomado unas vacaciones en la playa y volverá a los eventos en abril. «Estoy de vacaciones entre comillas. Igual acepté organizar una pedida de mano en la playa y una fiesta infantil», cuenta como si hubiera cometido una travesura. Una vez a la semana vuelve a Lima para reunirse con sus próximos y entusiasmados clientes. «En estos momentos, mi prioridad es mi vida personal —asegura —. Mis mellizas van a cumplir tres años y mi bebé ya tiene cuatro meses. Quiero pasar tiempo en mi casa y con mi esposo. Por ello selecciono cuales eventos me interesa hacer».
"Entiendo a mis clientes que son novias porque yo también fui una en 2019. Sé que es un estrés para ellas, se trata de un día lleno de expectativas"
Cuenta que cuando iba a cumplir veintiún años empezó esta aventura de forjar escenarios e instantes maravillosos. Fue alguien quien, a manera de cortejo profesional, le declaró su admiración con un: «¿No quieres trabajar conmigo?».
¿Y así empezó todo?
Sí, para mi fiesta de veintiún años contraté a un productor de eventos y él se dio cuenta que yo estaba bien involucrada en toda la decoración y yo misma contribuí mucho en el diseño bajo la temática de circo antiguo. Es decir, no se lo dejé todo a sus manos. Así que me llamó para trabajar con él, pero yo no acepté de inmediato.
¿Por qué?
Lo que pasa es que quería ganar experiencia en una empresa. Estuve trabajando en una empresa por un tiempo y cuando salí de allí recién acepté la propuesta del productor. A la par de trabajar con él, abrí una peluquería en La Molina con mis primas. Y, obvio, le puse mi toque: teníamos detalles como ofrecer tazas de cappuccino con las iniciales de la peluquería. Linda experiencia, pero no era lo mío. Entonces recuerdo que Rafa, mi hermana menor, cumplía quince o dieciséis años y le organicé un brunch tropical, donde mandé a hacer manteles y distintos elementos. A sus amiguitas les encantó y decían: «¡Quiero que la hermana de Rafa me haga esto!». Para entonces decidí dejar de trabajar con el productor, dejar la peluquería y abrir lo mío. Empecé con reuniones de previos, lonchecitos, comidas, fiestas, cosas así, y que al final escalé a matrimonios importantes.
Tu familia debe estar maravillada, ¿es cierto que tu mamá influyó mucho en tu trabajo?
Mi madre siempre ha sido detallista, le gustaba tener flores en la casa. Es muy curioso, porque mi cuarto de adolescente era un caos y cuando ella entraba sufría al verlo y exclamaba: «¡Todo tiene que estar ordenado!» (ríe). Al final, esa tendencia al orden repercute en los hijos. Hoy en día, ella me impulsa, me da ideas para los eventos, no para un evento en particular, pero me suelta ideas o me recomienda irnos de viaje para traer cosas. También llevé cursos de destination weddings con unos planners brasileños en Miami, y ella me decía «¡vamos, yo te acompaño!».
¿Qué has recogido o aprendido de tus viajes?
Viajar te abre la mente, desde ir a un restaurante y ver cómo está decorado el bar y pensar cómo lo puedes plasmar ese estilo a un evento. De todas maneras, saco ideas de los viajes que realizó: colores, texturas, elementos decorativos que han vuelto a la moda. La idea es buscar patrones.
Los viajes también le ayudaron a generar otros negocios. Además de su empresa hacedora de experiencias, Gabriela fundó junto a su amiga del colegio, Lucía Rubio, la rental boutique ‘Casa Gaia’. Esta empresa se encarga de alquilar todos las piezas necesarias para hacer de un evento un grandioso paisaje. «Trajimos sillas, mesas, vajillas, manteles de Brasil, China y México», dice. Refiere que China alberga ferias enormes dispuestas a vender al por mayor, y que Brasil y México son referentes obligados en cuestión de event planning.
Por otro lado, en pandemia, nació ‘Galería Gourmand’, una especie de catering o dark kitchen que elabora alimentos como tablas de bocaditos o carpaccios, para que lleguen a las casas de los clientes listas para freír o calentar. «Mi marca, Casa Gaia y Galería Gourmand son elementos que se complementan y funciona bien. Podría incursionar en un negocio que vea los arreglos florales, pero considero que por ahora no. Como se dice: el que mucho abarca poco aprieta. Yo no soy florista. No podría meterme en un rubro que no conozco», sostiene.
¿Cómo es tu proceso cuando aceptas un evento?
Primero me llaman o me escriben por Instagram y las delego con mis asistentes. Estos les explican mi forma de trabajo, lo cual es importante. Luego se separa un fecha. Solo acepto un evento por fecha, porque me gusta estar el cien por ciento supervisando todo ese día. Trabajamos con los mejores proveedores en su rubro: ya sea de estructuras, iluminación, sonido, catering (trabajo con tres), floristas, decorado con velas o candlescaping, sonido, entre otros.
Deben reventarte el celular, ¿cómo haces para no estresarte?
Si mi cliente es una novia, yo las entiendo, porque yo también fui novia en 2019. Sé que también es un estrés para ellas, se trata de un día del que tienen muchas expectativas, y que me lo encarguen, que confíen en mi trabajo para elaborarlo, pues requiere todo de mí. Antes me estresaba más, porque soy perfeccionista, pero di cuenta que todo funciona porque tengo un equipo muy capacitado. Tengo que tomar las cosas con calma para estar bien para mis clientes y mi familia.
Ante tanta boda, de hecho, debes creer en el amor y la importancia del matrimonio
Una se debe casar si está segura de que es para toda la vida. Sí, al final es una fiesta, pero hay que entender que se trata de la celebración de algo más importante, que es el matrimonio.
Casi organizas la boda de una conocida conductora de TV, pero al parecer se quedaron cortos de presupuesto, ¿cómo fue aquello?
Eso fue un aprendizaje. Desde el comienzo me gusta que los novios sean claros y me digan «Mira, este es mi presupuesto», para poder trabajar en base a él. Así de simple. Pero otra cosa es que al momento de yo hacer esa pregunta clave me digan: «No, tú tranquila ¡Vuela!» y yo: «¡Okey, vuelo!». Sé que puede sonar una pregunta cruda y directa, pero conocer el presupuesto es una información necesaria para yo poder proponer una idea.
¿Les has organizado eventos a más famosos?
No mucho. Hay influencers que quieren trabajar conmigo, pero… vienen con esta idea: «haznos esto y te publicito», pero no, yo no suelo trabajar con canje.
¿Las redes sociales son importantes para ti?
En verdad, no tanto. En mi trabajo todo se ha dado por el de boca a boca. Si alguien me recomienda a otro, esa persona me va a escribir y yo lo voy a atender. Pero siempre es bueno tener material bonito de mis eventos en Instagram o TikTok y seleccionar cuales publicar. Las redes me sirven como un álbum, mas no para publicitar mi trabajo. Y claro, hay un team que maneja mis redes.
Gracias, Gabriela. Debe ser genial aceptar una invitación tuya a tu casa.
(Ríe) Siempre me gustó invitar a mis amigas. Desde unos previos para alguna fiesta con sushi, jelly shots y chocolates hasta invitarlas a almorzar y decorar la mesa linda. Supongo que allí parte todo también.