La belleza, como escribió César Moro, es un maravilloso vicio de la forma. Esta idea pareció dirigir a la dise ñadora peruana Mónica Gallese de Osma cuando emprendió la ardua tarea de confeccionar desde cero el uniforme para los atletas peruanos de París 2024, en apenas dos meses. ¿El resultado? 1.500 prendas se di señaron, produjeron y aprobaron por el Comité Olímpico Peruano en tiempo récord.
El ya famoso blazer rojo que vistieron los deportistas peruanos en la inauguración de los Juegos Olímpicos tuvo dos fuentes de inspiración: el color rojo de los telares de la cultura Paracas —a la que Mónica adora— y la chakana, la cruz incaica. “Esta cruz posee un fuerte simbolismo”, comenta. “Cuando la divides en cuatro, se forman unos tocapus, diseños típicamente peruanos e incaicos, que representan unas escaleras pe queñas que llevan al mundo de arri ba, al de los muertos y al terrestre”. Detrás de estos memorables di seños estaba Fortuna, la marca que Mónica creó hace dos años y que presentó ante los ojos del mundo en la feria Splash de París. “Quería lo grar algo netamente mío, que tuviera mi estilo y que pudiera ser admirado en cualquier parte del mundo pero siempre inspirado en el Perú”, de talla acerca de la concepción de la marca. Otro de los grandes éxitos cosechados por Fortuna ha sido su colaboración con la reconocida marca brasileña La Sirène. “A nivel Latinoamérica, estamos hablando de una marca de primer nivel”, resalta Mónica. “Ellos hacen colaboraciones con gente importante como la influencer Isabela Grutman, y ahora la han he cho con Fortuna. Estamos muy felices con ello”.

¿POR QUÉ ESCOGISTE ESE NOMBRE PARA FORTUNA?
Encontrar ese nombre fue algo que nos tomó mucho tiempo. “Fortuna” es una palabra bastante fuerte que significa para mí diferentes cosas. Por un lado, representa la fortuna cultural que tenemos en nuestro país, que es riquísima. Por otro, mi propia herencia cultural familiar, donde siempre ha estado presente el amor por la moda. De hecho, mi familia donó varias prendas Balenciaga de mi bisabuela al museo de la marca en San Sebastián, donde están expuestas actualmente. Y, finalmente, por supuesto, “fortuna” como buena suerte [ríe].
Lo que hacemos con la marca es presentarnos en diferentes ferias alrededor del mundo para que otras boutiques compren sus prendas. Hemos tenido la suerte de que nos han comprado desde Portugal y de varios países de América Latina. Mi sueño es que Fortuna sea una marca global, que pueda estar en la mayor cantidad de boutiques de afuera.
¿CÓMO FUE EL PROCESO DE DISEÑAR LOS UNIFORMES OFICIALES PARA LA SELECCIÓN PERUANA EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS?
Fue algo totalmente nuevo y diferente. Fue un honor tener esta oportunidad porque es algo que queda en la historia, pero, al mismo tiempo, fue una locura. Casi me desmayo de la emoción cuando me enteré. Tuvimos la oportunidad, no solo de diseñar la ropa para la inauguración de la ceremonia, sino también la vestimenta que los atletas usaban en la villa olímpica. Además de tener la presión del tiempo, teníamos que jugar con ciertos lineamientos que nos brindó el comité olímpico peruano. Por ejemplo, teníamos que reflejar la bandera y usar el color negro. Usamos solo materiales producidos en Perú y la mejor calidad de algodón para nuestros deportistas, porque eso era lo importante: que ellos estén cómodos y contentos. Todos —el equipo de diseño, nuestros trabajadores en los talleres y fábricas, el comité olímpico— nos hemos sacado la mugre por nuestros atletas.
¿QUÉ SENTISTE AL VISITAR LA VILLA OLÍMPICA EN FRANCIA?
Fue un momento emocionante. Yo he hecho gimnasia en el colegio, entonces mi sueño era ver competir a Simone Biles en persona, y lo conseguí. Fue especial también porque pude comprobar el éxito de nuestros diseños. Inclusive, algunos atletas de otros países se probaron el blazer peruano y lo querían comprar porque sencillamente les encantó. Hasta ahora veo a varios atletas que sigo en redes sociales usando la ropa que nosotros hemos diseñado. Los surfers, en particular, se han sacado unas fotos increíbles usando los blazers.

FORTUNA FAVORABLE
Esta pasión por la moda nació cuando Mónica era muy pequeña. Aunque en un inicio estudió Administración de Empresas, su corazón siempre estuvo ligado al diseño. Su primera creación fue Isidra, una concept store que ha evolucionado mucho en sus diez años de vida. La pandemia de COVID-19 en particular marcó un punto de quiebre para la marca: “renació” y se convirtió en una multimarca que ofrece productos especialmente escogidos por Mónica y que provienen del mundo entero, en particular de Latinoamérica. “Cambié por completo el modelo de negocio: todas las marcas debían ser exclusivamente de Isidra. Y eso es lo que logramos porque no las puedes encontrar en otro lugar”, detalla. “Además, nos mudamos a un local nuevo en el quinto piso de un edificio en el corazón de San Isidro. Hoy el edificio es uno de los que más marcas tiene en la calle Dasso, pero, cuando entré, estaba totalmente sola. Fue una travesía”.
ISIDRA CUMPLE DIEZ AÑOS EN ESTE 2025.
¿CUÁL SERÍA EL BALANCE DE ESTA PRIMERA DÉCADA DE VIDA?
Isidra es la empresa que creé desde cero, es mi roca, es lo que quiero seguir haciendo y en lo que seguimos trabajando. La idea con Isidra es que puedas encontrar de todo a buenos precios y que, además, las prendas sean versátiles y exclusivas: esa es su fórmula. En Isidra, siempre pienso muchísimo en mis clientas, y creo que he aprendido a conocerlas bien. Con diez años encima, yo soy la directora creativa y elijo todo lo que se luce en la tienda. Siempre es un placer para mí estar atenta a lo que necesitan. Uno de los hitos más difíciles de estos diez años llegó a finales del 2021, cuando conseguimos abrir la tienda en Estados Unidos, que fue todo un parto. Fue un aprendizaje in creíble que me trajo lo mejor del mundo, y que incluso me permitió vivir la mitad del tiempo en Miami. Gracias a ello, me invitaron a hacer un workshop para la sede de Marangoni en Miami. Fue un superhonor. Ahora, nos encontramos planeando la apertura de dos nuevas tiendas en el extranjero.

¿QUÉ OTROS PROYECTOS TIENES EN MENTE O ESTÁS LLEVANDO A CABO?
El año pasado hemos lanzado una nueva marca en Ripley, llamada Ila’bella. Nació de la idea de hacer algo completamente diferente, que no teníamos y que precisamente le hacía falta a Ripley: una marca muy femenina que tiene un poco de todo, pero que se concentra en particular en los vestidos de noche, de coctel. Hace ya un año que abrimos en cuatro locales y la acogida ha sido buena. Es el nuevo bebé, así que estamos yendo poco a poco, tratando de entrar en más tiendas. Es un nuevo rubro interesante en el que nos hemos metido.
¿CÓMO DESCRIBIRÍAS TU ESTILO?
Creo que me considero una persona que no se va necesariamente por lo que está de moda, sino por lo que me gusta, lo que me queda bien y con lo que me siento cómoda. Me gusta hacer una mezcla de casual y elegante, pero con mi estilo propio.
Me gusta expresar artísticamente quién soy a través de la moda. Tengo la suerte de trabajar en esto, que es mi pasión. Me encanta cuando vienen clientas a la tienda y veo que han encontrado una prenda que las hace felices. La moda no es algo material: es cómo te vas a expresar ante el mundo.
Y FUERA DE LA MODA, ¿QUÉ TE APASIONA?
Amo hacer deporte, me apasiona mi familia y me encanta el arte, en el cual me inspiro mucho para diseñar. Amo viajar: viajo todos los meses para conocer nuevas culturas y lugares. Además, me encanta ir al gimnasio y jugar tenis —aunque estoy desilusionadísima porque no puedo jugar desde hace cuatro meses por una lesión—. También trabajo en mi espiritualidad. Creo que para ser feliz no necesitas solo tu trabajo, sino trabajar contigo misma cada día. Es un trabajo diario: ser agradecida contigo y con Dios. Si no trabajas en tu espiritualidad, así estés en el máximo pico a nivel laboral o económico, no vas a ser feliz. Puedes tener a tu familia, a tus amigos, y no estar contento.
